Hoy vuelvo a viajar en la máquina del tiempo para situarme en la España de los años 20. La población estaba encantada y expectante ante el imparable desarrollo de la radio. Nacían las primeras revistas especializadas, en las que se daba debida cuenta de la programación de todas las emisoras de radio y naturalmente, aumentaba de forma espectacular la venta de receptores. En función de tu poder adquisitivo podías adquirir una radio de lámparas que tenía un precio prohibitivo y solo estaba al alcance de unos pocos, o podías comprar una radio de galena, que salía bastante más económica porque, entre otras cosas, muchos manitas se las fabricaban en casa. Fue así como surgieron en la sociedad de la época los términos de galenistas y lampistas.
El elemento más importante de la radio de galena, es precisamente la galena, un mineral que sirve para captar la señal de la AM. Otra de las particularidades de este tipo de receptores es que sólo se puede escuchar con unos auriculares.
La radio de lámparas o válvulas tenía un precio mucho más elevado, pero venía equipada con unos altavoces y se podía escuchar con toda la familia.
Una auténtica pieza de museo! No es comparable a los dispositivos de hoy en día. Ahora la radio es accesible para todo el mundo y puede escucharse incluso en el móvil y digitalmente en el televisor.
ResponderEliminarM.C.
Me alegro de que te haya gustado M.C. Todavía hay gente que construye su propia radio de galena en casa. Te paso un enlace por si te anmimas:
ResponderEliminarhttp://www.ea4nh.com/articulos/galena1/galena1.htm
Recuerdo muy bien las radios de galena en los años 50/60. "¡Ninguna necesidad de lámparas ni de pilas ni de electricidad! ¡Nada que pueda agotarse!", como decía la publicidad de la época. Me compré una en 1959. Costó 17 chelines y 6 peniques (= 147 pesetas), que serían 15 libras esterlinas (es decir 18 euros) hoy: no barato en absoluto para el niño de unos 11 años que yo era, ¡pero no había ahorrado mi dinero de bolsillo en vano!
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